viernes, 19 de julio de 2013

Observaciones de un tutor virtual



VALORANDO LA CALIDAD DE LAS CARRERAS VIRTUALES,

ENFOQUE DE UN DOCENTE VIRTUAL


La virtualidad atrae a muchos, conocedores e inexpertos de los avances tecnológicos.  Es el reto a la actualización, a la adaptación, al sentimiento que nos impulsa por descubrir lo que podemos lograr con estrategias educativas y tecnología bien aplicada en materia educativa.


Dentro del grupo de formadores, se encuentra un grupo selecto, los formadores de formadores.  Y por qué no decir: tutor de tutores.  Quien guía los aprendizajes, señala el camino correcto, orienta en este mar de conocimientos que dificulta la veracidad de la información; pues hay que ser justos, quien navega en el internet encuentra mucho de nada, si no sabe buscar.  Convertir “nuestro juicio en un crítico”, requiere de un cierto entrenamiento, debemos desechar todo prejuicio por lo fácil y cómodo; ignorar lo primero que se encuentra y buscar en lugares especializados.  Empezamos por la actividad de juzgar y criticar las fuentes de información, descubriendo así múltiples fuentes no confiables.

Quiere decir entonces, que convertir nuestra experticia en los ambientes virtuales requiere de un entrenamiento previo.  Lógico está pues encontramos barreras de conocimiento producto del constante cambio tecnológico al cual no estamos adaptados.


Concientizar en cuanto a los aprendizajes virtuales es un acto de mayor envergadura, cuando hablamos de valorar una carrera o formación en la virtualidad.  Objetivamente encontramos diversos niveles de aprendizaje, y entendemos que la virtualidad nos ofrece opciones, a saber: e-learning (totalmente virtual), b-learning (clases presenciales combinadas con clases virtuales); y una gama de nuevos conceptos como el m-learning (es el e-learning a través de dispositivos móviles).

Por otro lado, la calidad de una carrera virtual, no está en el contenido o en la institución que la brinda, se encuentra en el tutor; persona que se encuentra “capacitada” para brindar el aprendizaje apropiado, en el ambiente adecuado (llámese plataformas de trabajo u otro medio) y propicia de forma organizada y coherente los aprendizajes básicos para que el participante construya su conocimiento.  Pero más que eso, se debe enfocar en desarrollar la habilidades en proactividad, lograr que sus participantes sean autodidactas y trabajen de forma colaborativa.  Y quizás el factor determinante para el constante mejoramiento del esfuerzo docente sea el aceptar las críticas como la llave fundamental de la reingeniería educativa; es decir, combatir las debilidades personales con esos “tips de tipo crítica” a su labor docente. 


Nuestra poca experiencia nos indica que es más difícil formar a formadores, que a los participantes de un curso de especialidad, llámese licenciatura o posgrados, inclusive hasta niveles avanzados como maestrías.  ¿Por qué? Pues existen prototipos creados difíciles de romper, el “aprender a aprender” o “desaprender”, para muchos es un reto insalvable;  adicional, están asuntos tan viejos como la lectura, la escritura (llámese buena redacción, ortografía, entre otras).  Como también el pensar que lo que hacemos en la presencialidad es lo mismo que debemos hacer en la virtualidad.   

Con lo cual copio el pensamiento de John Dewey, que dice: “Si enseñamos a los estudiantes de hoy como enseñamos ayer, les estamos robando el mañana”. 


No podemos dar una clase igual a otra, pues existen cambios, y muchos cambios; en la actualidad los participantes no son “tan ignorantes”; tienen la manera de comprobar y argumentar, de ejemplificar de construir de acuerdo a su medioambiente.

Quien piensa que ser tutor virtual, es asunto fácil, le invito a probar en estos ambientes de aprendizaje un curso (visualizando primeramente el ser participante), luego el formarse como un tutor para moldear el prendizaje en los dos sentidos básicos; luego experimente el rol del adminstrador de un curso. 

Aquí, en nuestro país, queremos barcar todos los roles, los mencionados y aún más que eso, el de creador de los contenidos de un curso; asuntos bien delicados, pues deben coincidir varios enfoques, y llevar una actualización constante de contenidos y estrategias de enseñanza-aprendizaje.

Podemos observar como Área, M y otros (2009), mencionan aspectos importantes como el hecho de que en estas modalidades educativas el material o recursos didácticos tipo multimedia cobran una relevancia en el proceso mismo del aprendizaje, pues cada participante se sentirá guiado.  Por otro lado, la interacción en el sentido de la comunicación, dentro del aula sin paredes es un factor de gran importancia pues de ello dependerá su exito. 

Algunas de las referencias consultadas resaltan aspectos como el inconveniente  de la pérdida de contenidos por la inestabilidad de la información en internet; y aspectos en positivo es la disponibilidad casi "permanente" de los contenidos.   Claro, debemos tener un acceso al internet para acceder a ellos.  Como otro de los inconvenientes más sobresalientes está el exceso de material que los tutores proponen al participante, asunto que puede convertirse en un desvío de los objetivos a lograrse. (Escribano, 2010).

Entonces, concluyo el hilo de ideas comentando que cada medio al que logremos adentrar con las nuevas carreras virtuales requiere de cierta preparación previa de estos medios; en mi concepto no existen cursos malos; no existen docentes malos, no existes recursos tecnológicos malos; lo que existe son cursos no ajustados a la necesidad, docentes no preparados en la virtualidad y desconocimiento de las buenas prácticas en cuanto al uso de la tecnología.


Referencias consultadas:

Area, M., San Nicolás, S. y Fariña, M. (2009). Buenas prácticas de aulas virtuales en la docencia universitaria semipresencial. Ediciones Universidad de Salamanca (España). Consultado en: http://gredos.usal.es/jspui/handle/10366/72859

Escribano, J., García, M. y Bemposta, S. (2010).Campus virtuales: ¿moda pasajera o potenciadores del aprendizaje?. "XVI Jornadas de Enseñanza Universitaria de la Informática". Santiago de Compostela: Universidade de Santiago de Compostela. Escola Técnica Superior d'Enxeñaría, 2010, p. 539-542. Consultado en: http://upcommons.upc.edu/revistes/handle/2099/11861


Otras Referencias orientadoras:
http://www.slideshare.net/profesoronline/reflexiones-sobre-educacion-virtual-plataformas-virtuales

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